martes, 21 de enero de 2014

RA


Este articulo va dirigido  a todos aquellos que en cada puesta de sol sienten su espíritu temblar de tristeza y temor, a todos aquellos que saben lo que encierra la oscuridad y lo que habita en ella, a todos aquellos que recuerdan haber vivido en este mismo planeta cuando el dÍa era radiante y la noche estaba llena de esplendor, cuando disfrutábamos de la protección de  dos soles y el reino de las sombras no tenÍa cabida. En definitiva, este relato va dirigido a los Hijos del Sol.
-          ¡Por fin tengo perro!- es lo primero que pensé cuando vi por primera vez a RA.
Desde pequeña siempre he querido tener perro, bueno, mejor dicho, perra, y ponerle de nombre RA.  Sé que el nombre no suena un poco diferente al del resto de los perros, pero no me pude resistir, tener la potestad de  mandar sobre el Dios supremo Ra, es algo impresionante.
-          ¡Ra, ven aquí! , ¡Ra estate quieta!, ¡Ra sígueme! – ¿A que suena bien, tener a un Dios a tu servicio?
Vamos a entrar en profundidad en el relato. El primer día que durmió la perra en casa, me di cuenta que muchas de las entidades astrales que en la oscuridad aparecen e intentan buscar la luz para alimentarse de ella, es decir, buscan nuestra luz energética (áurica) para comérsela, lo que conlleva enfermedad y dolor para los seres humanos, se dirigían primero al cuerpo energético del perro antes que al mío. Por lo visto les resulta más fácil comerse  el astral de  un animal de menor vibración que la nuestra.
-          Por la mañana la perra estará muerta – Pensé – al ver la cantidad de larvas que se dirigían hacia mí pero que a medio camino se daban la vuelta porque sentían una presa más fácil de morder.
Al cabo de las 3 semanas de convivir con ella, una mañana vi como larvas o entidades astrales negativas salían de la zona de mis ovarios y se dirigían a los suyos. En principio pensé con la perra y yo teníamos el mismo problema “ colon irritable”, pero yo no tenía síntomas del mismo.  Al día siguiente el animal no se podía mover, estaba cansada, triste, solo le apetecía dormir.
-          ¡A la perra le pasa algo! – Exclamó mi pareja- No parece la misma, Estará enferma?
-          Si supieras el batallón de larvas que me quito de mi suelo pélvico ayer lo entenderías – Pensé –
Pero yo seguía sin síntomas, a mí no me dolía nada como para justificar esa emigración larvosa hacia la perra. Esa misma tarde noche lo entendí todo.
Llevo 30 años con dismenorreas que para solventarlas mensualmente me hago tortillas de antiinflamatorios, bromuros y analgésicos. Pues bien éste, ha sido el primer mes  en mi vida que no he tenido que tomar ni una sola pastilla. Eso sí, casi me cargo a la perra.
Hace tiempo tuve un sueño, recordé cuando vivía en el antiguo Egipto y un sacerdote – filosofo nos daba clases:
-          Los Dioses pusieron en el planeta a los animales para servirles y ayudarles en todos los planos existenciales, es por eso que los utilizamos y nos mimetizamos en rituales con ellos para curarnos y  sanarnos  
Si repasamos la historia podemos observar como el ser humano utiliza los animales cuando hay dolor, recuerdo a mi tia decir, cuando te duela la tripa, ponte al perro encima. También recuerdo como para quitar los males de ojo en Sudamérica utilizan los pases de un pollo vivo para atrapar nuestras larvas para luego matarlo y que las larvas no salgan de él. Los antiguos judíos que salieron de Egipto, se trajeron una costumbre un poco macabra que habla de liberar pecados, dolores o larvas. Al parecer en determinadas ceremonias las personas se ponían en círculo. Dentro del círculo ponían un cabra, sobre la que arrojaban todos sus pecados o dolencias y males. Luego cogían a la cabra y la despeñaban pues de esta manera sus pecados y males se los llevaba la cabra. De ahí viene la imagen del diablo identificada con la cabra. Y la cabra en si misma, puesto que al parecer los antiguos hablan de una raza que vive en el subsuelo planetario y que tiene la cara muy parecida a la imagen de la cabra. Esta raza se identifica con energías malignas y materialistas.

Lo curioso es que las larvas de los humanos se van fácilmente hacia los perros pero la de los perros no se van con la misma facilidad hacia los humanos ya que al tener una densidad, evolución o involución mayor les resulta más difícil mordernos para alimentarse.

En definitiva, vivimos en este planeta creado por los Dioses en conjunto y armonía con otras especies, deberíamos de mezclarnos más e integrarlas en nuestro hábitat como parte fundamental de nuestra existencia tanto física como espiritual. Si los dioses nos han puesto a todos juntos en el mismo planeta será por algo ¿No?

Por cierto he de decir, que la zona energética que más limpian los perros es la de pulmón corazón, o 4º chacra, me imagino que por eso se dice que ayuda a la depresión, tristeza y ansiedad.
Aun sin desearlo, llegada la noche, millones de larvas salen del interior de la tierra para alimentarse. También de los animales, sobre todo de los carroñeros, una vez que toman el sueño, desplazan su cuerpo astral y sus larvas hacia los vivos. Los famosos Trhols no son sino representaciones alegóricas a las fuerzas densas de la materia que son dañinas para el hombre.
En un planeta donde hay noche, siempre habrá larvas, o energías parásitas, patógenas e infecciosas que pueden enfermarnos. Es por esto que el “paraíso” está referido a un planeta donde hay dos soles, de tal manera que “La noche es día y el día es esplendor” Desgraciadamente en nuestro planeta y sobre todo en invierno la noche dura más que el día y esto nos hace pasar por más riesgo de enfermedad.
Todo esto lo sabían los iniciados y festejaban el día de San Juan en el mes de Junio, La noche del 21 de ese mes (aunque se celebra religiosamente el 23) es la más corta del año y por tanto es cuando menos larvas hay en el planeta. Por el contrario el día es más largo y la recogida de hiervas y plantas en esta fecha tienen más prana o energía vital y los chamanes antiguos utilizaban esta recha para la recolección de remedios naturales.
Bueno; espero que esta noche durmáis bien y no tengáis larvas ni animalitos caminando sobre vuestro cuerpo astral. Y si es así no viene mal que penséis en adoptar a un perro.