viernes, 11 de diciembre de 2015

CON EL CRISTO

Me impresionó tanto la experiencia que he decidido enviársela por si desean publicarla. Puede ser simplemente una vivencia onírica, incluso simbólica, pero como es de naturaleza premonitoria, veremos con el tiempo la realidad o la fantasía de la misma.
Estaba amaneciendo y mis sentidos estaban en un estado letárgico; parte en alerta y parte todavía en el sueño.
Justo delante ante mi,  un ser alto y fuerte de cabellos rubios y facciones armoniosas me dijo:
-          Yo soy el Cristo.
Aquella afirmación me parecía extraña, pues mis sentidos percibían un ser con traje de vuelo que sin duda no podía ser más que un extraterrestre. Por otra parte, parecía altamente evolucionado pues irradiaba un sentimiento beatífico.
-          ¿Cómo puedes ser tu el Cristo?
-          Fui yo quien depositó parte de mi genética en la que vosotros llamáis Virgen María.
Enseguida mi mente retrocedió al proceso milagroso que narran los evangelios y repliqué.
-          ¿O sea que tu eres su padre?
-          Efectivamente, cuando él se refería a su padre que está en los cielos se refería a mi.
-          ¿Entonces tu no eres Dios?
-          Que concepto tan pobre tenéis los humanos de Dios. Como ves yo soy un ser más evolucionado que vosotros, pero sería una blasfemia considerarme Dios. Dios no es un ser como lo concebís vosotros. Es una Inteligencia infinita, una entidad que todavía nosotros no hemos conseguido integrar.
-          ¿Entonces cuando decimos que Jesucristo es hijo de Dios, estamos equivocados?
-          Efectivamente. La inseminación genética de nuestros ingenieros hacia vosotros se ha dado con diversos personajes y en distintas fases de la Historia.  Pero solo en el caso de Jesucristo ha tenido unas consecuencias tan nefastas.  No pudimos evitar que formarais una religión y que se equivocara tanto el mensaje. La Iglesia y vuestro culto ha producido millones de muertos y de fanatismos. Y son ya mas de dos mil años de alimentar un error que en vez de acercaros a Dios, os está alejando y fanatizando.
Luego cambió de tono y su voz se hizo más solemne:
-          El próximo Papa será bastante más joven que este, Será un ser egocéntrico que pretenderá hacer milagros. En su pontificado la iglesia retrocederá aún más y muchos seres perderán su fe. Yo me sentiré feliz de que finalmente se acabe esta locura y dejaran de venir hacia mi vuestras vibraciones, súplicas y solicitudes.
No me dijo más, con las misma desapareció pero tuve la sensación de aquel ser estaba hasta las narices de la paranoia religiosa que se había formado en torno a Jesucristo.

¡Enfín! ¿Fue un sueño o una premonición?...en todo caso habrá que esperar a que muera el papa actual.

domingo, 27 de septiembre de 2015


CARTA PARA EL VECINO:



Hola vecino:
-          Lo siento vecino, ¡ Si….. Fui yo!
La que metió tu preciosa mesa de jardín dentro de tu aljibe, el tendedero, el sillón confortable de madera, el cubo de basura, el cajón de tu abuelo que cuidabas con tanto esmero, la espuerta paleolítica, las piedras decorativas………
Y no metí más porque no encontré nada de utilidad que me sirviera para salir del apuro.
Todo empezó el pasado domingo. Una bandada de grajos voló al menos durante 5 minutos sobre mi cabeza  gritándome:
¡cuidado, cuidado..! Acaban de llegar y no les gustas.
Al instante pude ver como una gran nave espacial se dirigía al monte Mato. Sitio conocido por los isleños por la cantidad de fenómenos ovnis y avistamientos que se han sucedido en ese lugar. Parece que el nombre de la montaña significa algo.
“Mato”, como si la propia cima estuviera diciendo:
Si te acercas te mato-
En fin, el día transcurrió sin mayor acontecimiento. Me fui a la cama y descanse estupendamente.
Al día siguiente como todas las mañanas me dirigí con mi perra, RA, a dar un paseo por los alrededores del pueblo cuando de repente, la perrita vio un conejo. Salió disparada como alma que lleva el diablo con mi beneplácito. En un par de minutos la perdí de mi campo visual.
El aire, el cielo y la tierra se tiñeron de un rojo intenso. Estaba claro que algo había sucedido. Empecé a llamar a la perra al principio con mucha tranquilidad y sin preocupación, pero en la medida que el animal,  ni venía ni respondía, mis pulsaciones cardiacas se iban acelerando.
¿Dónde estás Ra? Responde. Háblame.
La perra, seguía sin responder. Decidí dirigirme hacia un punto del camino de donde salía un chorro de energía roja tan fuerte que era el culpable de que se tiñiese el cielo y el aire.
Para gran desgracia, el centro de emanación estaba cubierto por una gran muralla de piedra que dificultaba el acceso. Empecé a llamarla de nuevo.
¡Ra, Ra!, responde….. Perrita ¿Dónde estás?
Al cabo de varios minutos sin respuesta, oí un suspiro suave y difuso.
¡Uy…….Uy……..!
Por fín, la había encontrado. La oía pero no la veía.
¿Dónde estás?, Háblame….
Volví a oír el mismo suspiro suave
¡Uy……….  ¡
La única forma de localizarla era subirse a la pared de piedra, ya que desde una posición superior tendría más visibilidad, además de allí brotaba esa masa roja que lo envolvía todo.
A duras penas conseguí subir, mire a mi alrededor y por supuesto no la encontraba, miré hacia abajo y ahí estaba.
La pared de piedra era un embalse y en el fondo del mismo se encontraba RA, a cuatro patas con cara de susto.
Nada más verme, empezó a gemir con lastima y juró que pude ver lagrimas salir de sus ojos. El pobre animal intentaba salir poniéndose a dos patas para escalar la pared pero no podía, la impotencia y el miedo estaban haciendo mella en ella.
-          No te preocupes Ra, voy a sacarte de ahí. No es tan profundo. Voy a coger algo para meter dentro y ahora vengo.
Empecé a pedir ayuda a las casas colindantes, pero nadie respondió. Como si la tierra se hubiera tragado a todo ser viviente, el silencio y el vacío lo llenaba todo.
Mientras yo buscaba algo para meter, el pobre animal me empezó a llamar desesperada.
-          ¡Ya voy Ra, Ya voy…..!
Cogí lo primero que me pareció útil, una piedra decorativa que tenían adornando un conjunto de macetas, la metí dentro del embalse y baje fácilmente.
Una vez allí, Ra vio el cielo abierto, empezó a lamerme y a intentarme decir que quería salir de allí a toda costa.
La cogí en brazos, me subí a la roca, miré hacia el borde del embalse para apoyarme en mi salida y en contra de toda previsión, la piedra era demasiado pequeña como para permitirnos salir a ninguna de las dos.
Sin móvil, sin escalera y sin altura suficiente para salir del aquel lugar, la perra y yo estuvimos atrapadas por un buen rato.
-          No sé cómo salir Ra, no alcanzo a la cima.
Como si el animal me entendiera, empezaba a trepar a dos patas por la pared con la misma suerte de antes.
En mi desesperación el viento me trajo un sonido:
-          ¡TAPOSSY… TAPOSSY!
-          TAPUMBA UETA, TA CA SI MAE.
Espíritus de antiguos guanches intentaban cuidarme y ayudarme. Las palabras entraban en mi oído y se dirigían a mi cerebro dándome  ánimo y aliento.
-          Sí, yo puedo- Pensé- cogeré carrerilla, me impulsaré  en la roca y saltaré para alcanzar el borde.
Así lo hice y así salí.
-          Por fin fuera, menos mal – pensé-
Había conseguido salir, pero Ra estaba todavía atrapada y cada vez más asustada. Al verme fuera el animal se empezó a poner nervioso pensando que me iría y la dejaría sola.
-          No te preocupes, voy a buscar ayuda, no me voy a ir.
Ni corta ni perezosa empecé a meter dentro del aljibe todo lo que a mi paso encontraba, un tendedero, un cubo de basura, una mesa que pesaba un quintal, una silla, una espuerta, un cajón, mas piedras………
Hice una escalera natural la cual me permitiría salir y entrar sin problemas.
-          Lo tenemos fácil Ra. Te voy a subir por la escalera.
Bajé de nuevo al embalse, posicione la escalera, cogí al animal en brazos (que curiosamente se dejaba hacer cualquier cosa con tal de salir de allí), y empecé a trepar por la escalera.
Una vez escalado el último peldaño, Ra era demasiado pesada para darle el empujón final y que saliera. La puse en mis brazos boca arriba, boca abajo, de lado……. No había manera. Me falta al menos medio metro para poderla secar.
Después de dos o tres caídas por culpa de que la escalera no era estable decidí dejar a Ra abajo y subir yo sola antes de que se rompiese todo el mobiliario y ninguna de los dos pudiese salir.
Una vez arriba, con bastante ansiedad, depresión y frustración, miré al animal y llorando le dije.
-          Ra, no puedo contigo, me voy a tener que ir a buscar ayuda y volver más tarde.
Ra, lo entendía todo. Eso de irme y dejarla sola no le gustaba nada por lo que empezó a llorar desesperadamente y yo con ella.
-          TAPOSY, TAPOSY…. – volví a oír-
Un soplo de aliento volvió a entrar en mi corazón, creó que la perra también lo oyó.
-          Vamos Ra, tu puedes hacerlo- Súbete a la mesa, luego a la silla, luego al cubo de basura, luego al cajón y salta que te cojo desde aquí. Tu puedes Ra, ¡TAPOSY, TAPOSY…! – le grité-
Como por arte de magia, el animal hizo exactamente lo que yo le dije y consiguió salir del embalse.
Los besos, abrazos, lametazos y demás muestras de cariño que me expreso fueron desbordantes.
Nos dirigimos a casa, esta vez pegaditos el uno al otro para no perdernos y evitar más incidentes.
Una vez en casa, me dirigí hacía mi mujer y le dije:
-          ¡Pepa, no sabes lo que me ha pasado!
Pepa estaba llorando, tirada en el suelo a cuatro patas. Le había dado una lumbalgia tremenda por coger más peso del que debía.
Le conté un poco por encima el suceso pero intente no demostrarle mucha mi angustia y agonía.
-          Pepa, tenemos que ir a sacar todos los muebles del embalse del vecino, ya que cuando venga y no los vea, donde menos se va a imaginar que están es en el aljibe.
La pobre Pepa, muerta de dolor, se sentó en el coche y me acompaño y ayudo a sacarlos.
-          Gracias Pepilla, ¿Qué haría yo sin ti?
Ni que decir tiene que me costó una semana de masajes diarios el quitarle la lumbalgia, pero al cabo de 7 días la deje tan en forma que podría  competir en la Transvulcania.
-          Solo te pido una cosa vecino aun sabiendo que la culpa fue mía. Si no quieres tapar el embalse como obliga la ley o poner una valla, por favor deja una escalera cerca. Porque esta vez no ha pasado nada pero mañana se puede caer otro animal o un niño.
Hay que intentar pensar siempre en el peligro que corren los demás (incluidos otras especies) cuando irrumpimos en la naturaleza.
El planeta es de todos, no solo nuestro, si cambios el hábitat al menos hay que protegerlo de peligros. Si algún animal o persona paga las consecuencias de nuestra desidia o abandono tarde o temprano eso repercutirá en nosotros.
Cuida la naturaleza para que la naturaleza pueda cuidar de ti.




CARTA PARA EL VECINO:



Hola vecino:
-          Lo siento vecino, ¡ Si….. Fui yo!
La que metió tu preciosa mesa de jardín dentro de tu aljibe, el tendedero, el sillón confortable de madera, el cubo de basura, el cajón de tu abuelo que cuidabas con tanto esmero, la espuerta paleolítica, las piedras decorativas………
Y no metí más porque no encontré nada de utilidad que me sirviera para salir del apuro.
Todo empezó el pasado domingo. Una bandada de grajos voló al menos durante 5 minutos sobre mi cabeza  gritándome:
¡cuidado, cuidado..! Acaban de llegar y no les gustas.
Al instante pude ver como una gran nave espacial se dirigía al monte Mato. Sitio conocido por los isleños por la cantidad de fenómenos ovnis y avistamientos que se han sucedido en ese lugar. Parece que el nombre de la montaña significa algo.
“Mato”, como si la propia cima estuviera diciendo:
Si te acercas te mato-
En fin, el día transcurrió sin mayor acontecimiento. Me fui a la cama y descanse estupendamente.
Al día siguiente como todas las mañanas me dirigí con mi perra, RA, a dar un paseo por los alrededores del pueblo cuando de repente, la perrita vio un conejo. Salió disparada como alma que lleva el diablo con mi beneplácito. En un par de minutos la perdí de mi campo visual.
El aire, el cielo y la tierra se tiñeron de un rojo intenso. Estaba claro que algo había sucedido. Empecé a llamar a la perra al principio con mucha tranquilidad y sin preocupación, pero en la medida que el animal,  ni venía ni respondía, mis pulsaciones cardiacas se iban acelerando.
¿Dónde estás Ra? Responde. Háblame.
La perra, seguía sin responder. Decidí dirigirme hacia un punto del camino de donde salía un chorro de energía roja tan fuerte que era el culpable de que se tiñiese el cielo y el aire.
Para gran desgracia, el centro de emanación estaba cubierto por una gran muralla de piedra que dificultaba el acceso. Empecé a llamarla de nuevo.
¡Ra, Ra!, responde….. Perrita ¿Dónde estás?
Al cabo de varios minutos sin respuesta, oí un suspiro suave y difuso.
¡Uy…….Uy……..!
Por fín, la había encontrado. La oía pero no la veía.
¿Dónde estás?, Háblame….
Volví a oír el mismo suspiro suave
¡Uy……….  ¡
La única forma de localizarla era subirse a la pared de piedra, ya que desde una posición superior tendría más visibilidad, además de allí brotaba esa masa roja que lo envolvía todo.
A duras penas conseguí subir, mire a mi alrededor y por supuesto no la encontraba, miré hacia abajo y ahí estaba.
La pared de piedra era un embalse y en el fondo del mismo se encontraba RA, a cuatro patas con cara de susto.
Nada más verme, empezó a gemir con lastima y juró que pude ver lagrimas salir de sus ojos. El pobre animal intentaba salir poniéndose a dos patas para escalar la pared pero no podía, la impotencia y el miedo estaban haciendo mella en ella.
-          No te preocupes Ra, voy a sacarte de ahí. No es tan profundo. Voy a coger algo para meter dentro y ahora vengo.
Empecé a pedir ayuda a las casas colindantes, pero nadie respondió. Como si la tierra se hubiera tragado a todo ser viviente, el silencio y el vacío lo llenaba todo.
Mientras yo buscaba algo para meter, el pobre animal me empezó a llamar desesperada.
-          ¡Ya voy Ra, Ya voy…..!
Cogí lo primero que me pareció útil, una piedra decorativa que tenían adornando un conjunto de macetas, la metí dentro del embalse y baje fácilmente.
Una vez allí, Ra vio el cielo abierto, empezó a lamerme y a intentarme decir que quería salir de allí a toda costa.
La cogí en brazos, me subí a la roca, miré hacia el borde del embalse para apoyarme en mi salida y en contra de toda previsión, la piedra era demasiado pequeña como para permitirnos salir a ninguna de las dos.
Sin móvil, sin escalera y sin altura suficiente para salir del aquel lugar, la perra y yo estuvimos atrapadas por un buen rato.
-          No sé cómo salir Ra, no alcanzo a la cima.
Como si el animal me entendiera, empezaba a trepar a dos patas por la pared con la misma suerte de antes.
En mi desesperación el viento me trajo un sonido:
-          ¡TAPOSSY… TAPOSSY!
-          TAPUMBA UETA, TA CA SI MAE.
Espíritus de antiguos guanches intentaban cuidarme y ayudarme. Las palabras entraban en mi oído y se dirigían a mi cerebro dándome  ánimo y aliento.
-          Sí, yo puedo- Pensé- cogeré carrerilla, me impulsaré  en la roca y saltaré para alcanzar el borde.
Así lo hice y así salí.
-          Por fin fuera, menos mal – pensé-
Había conseguido salir, pero Ra estaba todavía atrapada y cada vez más asustada. Al verme fuera el animal se empezó a poner nervioso pensando que me iría y la dejaría sola.
-          No te preocupes, voy a buscar ayuda, no me voy a ir.
Ni corta ni perezosa empecé a meter dentro del aljibe todo lo que a mi paso encontraba, un tendedero, un cubo de basura, una mesa que pesaba un quintal, una silla, una espuerta, un cajón, mas piedras………
Hice una escalera natural la cual me permitiría salir y entrar sin problemas.
-          Lo tenemos fácil Ra. Te voy a subir por la escalera.
Bajé de nuevo al embalse, posicione la escalera, cogí al animal en brazos (que curiosamente se dejaba hacer cualquier cosa con tal de salir de allí), y empecé a trepar por la escalera.
Una vez escalado el último peldaño, Ra era demasiado pesada para darle el empujón final y que saliera. La puse en mis brazos boca arriba, boca abajo, de lado……. No había manera. Me falta al menos medio metro para poderla secar.
Después de dos o tres caídas por culpa de que la escalera no era estable decidí dejar a Ra abajo y subir yo sola antes de que se rompiese todo el mobiliario y ninguna de los dos pudiese salir.
Una vez arriba, con bastante ansiedad, depresión y frustración, miré al animal y llorando le dije.
-          Ra, no puedo contigo, me voy a tener que ir a buscar ayuda y volver más tarde.
Ra, lo entendía todo. Eso de irme y dejarla sola no le gustaba nada por lo que empezó a llorar desesperadamente y yo con ella.
-          TAPOSY, TAPOSY…. – volví a oír-
Un soplo de aliento volvió a entrar en mi corazón, creó que la perra también lo oyó.
-          Vamos Ra, tu puedes hacerlo- Súbete a la mesa, luego a la silla, luego al cubo de basura, luego al cajón y salta que te cojo desde aquí. Tu puedes Ra, ¡TAPOSY, TAPOSY…! – le grité-
Como por arte de magia, el animal hizo exactamente lo que yo le dije y consiguió salir del embalse.
Los besos, abrazos, lametazos y demás muestras de cariño que me expreso fueron desbordantes.
Nos dirigimos a casa, esta vez pegaditos el uno al otro para no perdernos y evitar más incidentes.
Una vez en casa, me dirigí hacía mi mujer y le dije:
-          ¡Pepa, no sabes lo que me ha pasado!
Pepa estaba llorando, tirada en el suelo a cuatro patas. Le había dado una lumbalgia tremenda por coger más peso del que debía.
Le conté un poco por encima el suceso pero intente no demostrarle mucha mi angustia y agonía.
-          Pepa, tenemos que ir a sacar todos los muebles del embalse del vecino, ya que cuando venga y no los vea, donde menos se va a imaginar que están es en el aljibe.
La pobre Pepa, muerta de dolor, se sentó en el coche y me acompaño y ayudo a sacarlos.
-          Gracias Pepilla, ¿Qué haría yo sin ti?
Ni que decir tiene que me costó una semana de masajes diarios el quitarle la lumbalgia, pero al cabo de 7 días la deje tan en forma que podría  competir en la Transvulcania.
-          Solo te pido una cosa vecino aun sabiendo que la culpa fue mía. Si no quieres tapar el embalse como obliga la ley o poner una valla, por favor deja una escalera cerca. Porque esta vez no ha pasado nada pero mañana se puede caer otro animal o un niño.
Hay que intentar pensar siempre en el peligro que corren los demás (incluidos otras especies) cuando irrumpimos en la naturaleza.
El planeta es de todos, no solo nuestro, si cambios el hábitat al menos hay que protegerlo de peligros. Si algún animal o persona paga las consecuencias de nuestra desidia o abandono tarde o temprano eso repercutirá en nosotros.
Cuida la naturaleza para que la naturaleza pueda cuidar de ti.



jueves, 9 de julio de 2015


LA SANTISIMA TRINIDAD:
PADRE-HIJO-ESPIRITU SANTO EN FORMA DE PALOMA
TODOS FORMAN UN SOLO SER Y EL MISMO SER ESTA DENTRO DE TODOS

Recuerdo cuando estaba en catequesis el trauma tan fuerte que fue para mi querer entender los misterios del cristianismo y nunca poder.
Hacia preguntas a cualquier persona que tuviera una mínima idea religiosa en vano, ya que ni ellos mismos eran capaces de entender la esencia de su propia religión.
-         Ese es el misterio! Ese es el milagro! Cuando mueras y estés con Dios lo entenderás!
La idea de esperar a morir para entender nunca me motivo, por lo que mi empeño duró unos cuantos años.
Al final las obligaciones y la falta de tiempo del día a día  vence a la voluntad y durante muchos años dejé de preocuparme por entender por todo aquello que “ni Dios” entiende.
Y como siempre pasa en la vida, cuando dejas de desear algo, lo consigues.
No voy a decir como llegue a la experiencia que voy a contar, por miedo a que se le de demasiada veracidad o que se pierda el enfoque del relato.
 Mi espíritu andrógeno en una dimensión superior, para evolucionar necesita aprender y experimentar. Se divide en hombre y mujer para reencarnar en la Tierra, sabiendo que cuando se encuentren las dos partes se culminará la unidad.
Hasta ahí llega la filosofía Induísta o budista reencarnacionista. Podríamos decir que el Padre es el espíritu andrógeno en una dimensión superior, y el hijo la diseminación del mismo en hombre y mujer en nuestra dimensión.
Pero, que pasa con el Espíritu Santo? O mejor dicho, que pasa con la paloma que me ha estado torturando toda mi infancia?
Pues bien, segundo los budistas el hombre y el todo forma el TAO, es decir, que cada partícula de nuestro ser o energía se une a las partículas de animales, plantas y elementos que conforman el planeta,
Ahora es donde me encaja la teoría de la paloma. Todas las religiones tienen algo de cierto y el  conocimiento esta escondido entre cada una de ellas. Según mi experiencia nuestro espíritu andrógeno se reencarna en una dimensión inferior en hombre, mujer, animal, planta y mineral.
Todos forman uno y el uno esta dentro de todos.
Es duro pensar que podemos tener parte de nuestra energía en un animal, planta o mineral, sobre todo siendo la especie dominante del planeta y según algunos la única inteligente.
Desde hace un año y medio tengo perro, o mejor dicho, perra. Los perros escogen a sus dueños tengo entendido, pero la verdad es que reconocen su parte de espíritu encerrada en un humano. Es por eso que sienten verdadero amor y fidelidad a su dueño.
Ni que decir tiene que mi perra, por más que la cuido esta siempre a los pies de mi pareja. Le reconoce como parte esencial de su existencia y para colmo, nació el mismo día de su Santo.
Para más INRI, había una gigantesca higuera en el terreno que mi pareja decidió cortar para poder plantas más árboles y sanear el terreno. Pues bien, cada vez que mi pareja se acerca al árbol, parece como si a este le diera un orgasmo de satisfacción. Las hojas le vibran y su cuerpo energético se redondea y canta. Si, si, es capaz el árbol de desprender un sonido de felicidad que me imagino pocas personas lo pueden apreciar.
Muy pocos son los afortunados que consiguen reencontrar todas las partes de su espíritu en la misma reencarnación, y me imagino que no será por mucho tiempo. Pero justo en ese momento, cuando consigues unir todas tus partes, tu reencarnación tiene sentido y es cuando puedes llegar a obtener la sabiduría.
Es ahí donde empieza mi discrepancia con las teorías de que los humanos somos los únicos hijos de Dios, o los elegidos por los extraterrestres o que  estos últimos van a salvarnos solo a nosotros cuando el planeta caiga en un cataclismo dejando a todas las demás especie morir nunca mejor dicho como perros.
En fin, si mi teoría es  cierta, ya podemos cuidar todo lo que nos rodea porque una vez cortado el árbol o matado al perro o asesinado a la mujer, es como si nos hubiéramos cortado, matado o asesinado a nosotros mismos.
Mira por donde, acabo de entender el mandamiento de :
“No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo”
El problema es que ese lema siempre lo he enfocado al ser humano y nunca lo he extendido al planeta que me rodea.
Si nos lo enseñaran desde pequeños, estoy seguro que otro destino le correría al planeta, ya que no habría tantos bosques talados, ni tanto cambio climático.
No se me va un mensaje de la cabeza:
-         Por cada árbol talado, animal maltratado o ser humano tratado indignamente crecerá el cáncer en vuestro cuerpo, los virus y las bacterias.
Tenemos difícil el tener salud, ya que el Amazonas se esta quedando en los huesos, me imagino que igual que se esta quedando la raza humana, ya que tanto el cáncer como las enfermedades inmunológicas y víricas son una pandemia.
Consejo:

Plantar árboles, cuidar a los animales y el planeta que nos rodea para por deferencia poder cuidarnos a nosotros mismos en la misma medida.

jueves, 26 de marzo de 2015

CIEN POR UNO

La verdad que el título del artículo parece un descuento del Corte Ingles pero dista mucho de pertenecer a las rebajas. Es una experiencia paranormal no muy agradable ni para mí ni para el lector pero a cambio muy educativa y espiritual.
Como todas las mañanas voy a correr una hora y media con mi perra por un  lugar paradisiaco rodeado de naturaleza, sol y mar.
La perra disfruta cada mañana de esa carrera como si fuera la última, ya podríamos aprender un poco de esas actitud, ¿verdad? 
Cuando llego a casa, me dirijo siempre a la huerta a ver que encuentro por allí, alguna fresa ya madura, una nueva hoja en los kiwis , que por cierto tengo que regarlos, una flor en las papayeras , con ese magnífico olor  a vainilla. En fin, me relajo disfrutando de los olores, sabores y colores que la naturaleza gratuitamente me da, mientras Ra (mi perra) se dedica a sacarme de quicio intentando jugar a las mordidas. Intenta morderme donde puede. Como cachorro que es todavía le queda ese carácter juguetón y divertido.
Pero un día, no me dio tiempo de disfrutar. Nada más poner el pie en la huerta apareció el Dios Pan ( para los profanos he de decir que es un centauro cuidador y protector de la naturaleza en nuestro planeta tanto la flora como la fauna). Tampoco Ra pudo morderme por doquier ese día. Nada más ver al Dios Pan se quedó en posición de sumisión y postración , no se le movían ni los pelos por el  viento.
-         Yo antes era tu protector, ¿te acuerdas? - Dijo el ser-
En ese instante aparecieron en mi mente imágenes de cuando fui mineral, planta, pez, animal y también centauro, el paso intermedio que todos damos antes de llegar a ser humanos.
-         Si, si….. Me acuerdo- respondí entusiasmado.
-         CIEN POR UNO – me dijo – CIEN POR UNO…..
-         Por cada uno de mis protegidos que toquéis morirán cien de los vuestros.
-         ¿Venganza? – respondí yo-
-         No; justicia – me dijo -  Es la ley de acción, reacción y también morirán cachorros de tu especie.
La verdad, que no entendía nada, no sabía a que se refería y menos aún que me quería decir.
-         Cierra los ojos- Me dijo –
En ese instante apareció en mi mente la mutilación de un cachorro de perro por parte de un depravado, lo partía con un cuchillo grandísimo. Los gemidos de dolor del animal me golpearon en el alma con tanta fuerza que se me saltaron las lágrimas. Justo después vi como el Dios Pan junto con la karpa (que también es otra entidad que rige la muerte) golpeaban la tierra con un bastón de mando blanco y hacían salir millones de larvas hambrientas del subsuelo a la superficie, apoderándose de toda vida humana que pasase por allí.
Al día siguiente en las noticias pude ver como la policía científica estaba buscando en el municipio de Breña Alta a un depravado porque había robado el cachorro de una casa, lo había cortado por la mitad y lo había vuelto a depositar en dos partes en la casa donde se encontraba la madre del animal y los dueños de la misma.
Y dos días después pude ver como un avión con 150 personas se estrellaba en los Alpes franceses. En el avión había niños o cachorros.
¿Coincidencia?
No entiendo el maltrato ni animal, ni hacia la naturaleza y hacia mis semejantes. Yo tengo un perro y le trato con cariño, afecto y amor. Eso suscita la envidia de muchos porque su corazón es tan pequeño que no pueden llegar a sentir la compasión hacia una especie indefensa que depende de nosotros y que nos recuerda en todo momento lo que fuimos.
Una vez soñé como mis padres genéticos eran de Orión ,  eran tan evolucionados que para descansar se apoyaban en una roca y se fusionaban en ella cogiendo toda su fuerza y energía. Me imagino que para llegar a ese grado de evolución primero tendré que aprender a cuidar, querer e integrarme con todo ser viviente que me rodea sea de la especie que sea.
El planeta no es nuestro, somos la especie más joven del mismo. Nada nos pertenece, no tenemos espacio propio, tenemos que aprender a compartirlo  con todas las especies que nos rodean con respeto y amor.
Existimos para aprender a cuidarles y poder evolucionar a planos superiores.
En fin, muchas veces pienso que porque nos han hecho ciegos. Si la humanidad pudiese ver las diferentes dimensiones aunque solo fuese por un instante, el ser humano cambiaria a mejor porque se daría cuenta de que sus actos siempre tienen una  consecuencia.





domingo, 15 de marzo de 2015


AMOR INCONDICIONAL
El otro día soñé algo que me impresionó. En ese momento no sabía que era algo premonitorio. En el sueño veía un coche volcado en un rio que al parecer había tenido un accidente. La conductora una mujer joven se había ahogado. En el asiento posterior viajaba, en una silla adaptada su pequeña hija, un bebé de un dos o tres años. La hija no se había ahogado y permanecía en las gélidas aguas del rio soportando una temperatura insufrible.
Lo que me conmovió fue ver el cuerpo astral de la madre, que se había  desprendido por la muerte, que no se había alejado del coche y estaba abrazando a su pequeña para darle calor y proteger a su bebé.
El amor que irradiaba la madre era absoluto, intenso. Ni siquiera se preocupaba de su muerte sino de proteger a su pequeña niña.
Aquella experiencia me sensibilizó hasta el punto de despertarme llorando en plena noche. Recordé entonces que los lazos de amor no desaparecen por la muerte. Comprendí asimismo el amor que desarrolla una madre por sus hijos y contraste tristemente la cantidad de muertes que se dan en el planeta por guerras, ambición, fanatismo o poder. Bastaría un pequeño porcentaje de ese amor de aquella madre en el rio inyectado en cada ser humano para cambiar el destino del planeta, produciendo paz y respeto por la vida.
Desgraciadamente, dos días después, leía en las noticias que una madre había fallecido en Estados Unidos en las mismas circunstancias de mi sueño. La niña había resistido 14 horas antes de ser rescatada por los bomberos. Curiosamente el grupo de rescate que solo había permanecido unos minutos en el agua tuvo que ser asistido en el hospital de hipotermia, mientras que el bebé resistió 14 horas asistida por el cuerpo astral de la madre fallecida.
Quizás estas cosas tengan poca importancia para la mayoría de las personas, pero unas gotas románticas de amor en este tiempo tan confuso puede incentivar el lado positivo que todos los seres humanos llevamos dentro.

Heliocentro.

viernes, 6 de febrero de 2015


MUNDO DE CONTRADICCIONES
Hace tres o cuatro meses nos llamó una persona, con un cáncer de mama. Pedía un tratamiento. Al parecer era la segunda vez que se le reproducía y estaba lógicamente preocupada.
Después de escucharla atentamente le recomendamos que acudiera al oncólogo, puesto que era imprescindible operar para extirpar la mastitis maligna que tenía y seguramente proceder a unas pocas sesiones de quimioterapia o radioterapia.
Nosotros somos muy reticentes a la hora de seguir la inmensa cantidad de sesiones de quimioterapia que prescriben los oncólogos. Normalmente fallecen más por la acción de estas medicinas que del propio cáncer. Pero si es imprescindible atacar el tumor con las mínimas sesiones y luego subir el sistema inmune al máximo.
Después de explicarle nuestro protocolo y de aconsejarle varios productos naturales y orientarle en la dieta, la mujer nos respondió:
-          La verdad es que se me ha reproducido el cáncer porque no me he trabajado bien la emoción y me ha vuelto a salir. Voy a ir de nuevo al terapeuta para retomar la terapia de biodescodificación. Prefiero esto que lo que Vds me recomiendan.
En cualquier caso, le volvimos aconsejar que fuera al oncólogo y que podía perfectamente simultanear las dos terapias, pero ella insistió en seguir por su camino.
El otro día, tres o cuatro meses después de esta conversación, nos volvió a llamar la mujer muy angustiada.
-          Les llamo para ver si me pueden ayudar, puesto que se me ha vuelto a reproducir el cáncer y además tengo metástasis con la cadena ganglionar afectada.  Me he gastado un montón de dinero y el terapeuta me ha dicho que se me ha reproducido por no haberme trabajado bien la emoción.
-          Pues tiene Vd ahora tres problemas. Primero y más importante, el cáncer con metástasis, como se lo anunciamos en su día, segundo ha perdido mucho dinero y tercero, además de estar enferme, tiene Vd una pérdida total de autoestima por no saber adentrarse en el mundo de sus propias emociones.
Volvimos a sugerirle que se acercara al oncólogo, pero ella volvió a insistir en que era un problema de emociones.
Ante dicha respuesta, nos desentendimos del problema.
Es misma tarde, el hijo de nuestro vecino se acercó a nuestra finca con una hoz en la mano, pues estaba cortando verde para sus cabras.
Nuestro vecino es una persona afable y cariñosa. Enseguida entablamos conversación.
-          Pues precisamente acaban de llegar unos veterinarios del norte de la Península y hemos adquirido un tratamiento por el cual nuestras cabras van a producir más del doble de leche.
-          ¿Y qué tratamiento es ese tan maravilloso?
-          Pues por lo que he podido entender se trata de un tratamiento hormonal que activa la producción de leche de la cabra.
No le dijimos nada puesto que se trata de un ganadero que tan solo desea producir más sin reparar en que dicho tratamiento es muy peligroso. 
Esa noche reflexionábamos en voz alta comentando el cáncer de la señora que nos había llamado y la cantidad de cáncer que se iba a producir por la ingestión del queso de nuestro vecino.
No hace falta ser médico para entender que en la mujer o en el hombre, llegada una edad próxima a la menopausia o andropausia las hormonas en el organismo bajan y se alteran. Por lo que la ingestión de los miles de productos alterados con hormonas, hidrogenados, adulterados y con conservantes, incluso la carne de los animales que han comido pienso hormonado, se depositan en la mama de la mujer o la próstata del hombre alterando las glándulas que se encargan de la producción hormonal y que hora con el paso de la edad bajan la frecuencia productiva.
Es curioso como en esta loca forma de vivir del ser humano, surgen terapeutas que aseguran curar el cáncer con emociones y que tienen la coartada infalible de que si la enfermedad no se cura, es sin duda por “No haberse trabajado bien la emoción” De esa manera la paciente además de cáncer termina sin dinero y con un enorme sentido de culpabilidad por no haberse trabajado la dichosa emoción que el iluminado de turno asegura ser la causa de la enfermedad.
Y no menos triste es cómo la codicia humana no tiene escrúpulos ante el incremento de ganancias aunque sea alterando los hábitos alimentarios y funcionales de los animales, generando, por ignorancia el cáncer y otras afecciones.
Conozco a varios terapeutas que trabajar en esta línea de biodescodificación y me asombran sus afirmaciones. Al preguntarle por el hecho de que un niño recién nacido que tiene una afección, no ha podido ser por causa emocional puesto que no tiene todavía desarrollada la inteligencia emocional. Pero en este caso, al parecer son los padres lo que han generado dicha emoción, por lo tanto tienen que ser los padres los que trabajen en el campo emocional para curar a su hijo. En todo caso, si el paciente se muere, ha sido por no haberse trabajado la emoción o simplemente por Karma. Es decir, que estaba escrito que tenía que morir. No se conocen por tanto fracasos en estas terapias pues de una u otra manera, la culpa es del paciente, o de sus progenitores o del karma. 
Curiosamente cinco años de estudio de medicina y tres o cuatro de especialización no valen para nada. Todo se resuelve con el nuevo paradigma de la sanación.
La verdad es que cada día que pasa el ser humano en vez avanzar con inteligencia, ciencia y experiencia retrocede para adentrarse en el mundo de la superstición y del milagro fácil.
Cada día entiendo menos
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