jueves, 9 de julio de 2015


LA SANTISIMA TRINIDAD:
PADRE-HIJO-ESPIRITU SANTO EN FORMA DE PALOMA
TODOS FORMAN UN SOLO SER Y EL MISMO SER ESTA DENTRO DE TODOS

Recuerdo cuando estaba en catequesis el trauma tan fuerte que fue para mi querer entender los misterios del cristianismo y nunca poder.
Hacia preguntas a cualquier persona que tuviera una mínima idea religiosa en vano, ya que ni ellos mismos eran capaces de entender la esencia de su propia religión.
-         Ese es el misterio! Ese es el milagro! Cuando mueras y estés con Dios lo entenderás!
La idea de esperar a morir para entender nunca me motivo, por lo que mi empeño duró unos cuantos años.
Al final las obligaciones y la falta de tiempo del día a día  vence a la voluntad y durante muchos años dejé de preocuparme por entender por todo aquello que “ni Dios” entiende.
Y como siempre pasa en la vida, cuando dejas de desear algo, lo consigues.
No voy a decir como llegue a la experiencia que voy a contar, por miedo a que se le de demasiada veracidad o que se pierda el enfoque del relato.
 Mi espíritu andrógeno en una dimensión superior, para evolucionar necesita aprender y experimentar. Se divide en hombre y mujer para reencarnar en la Tierra, sabiendo que cuando se encuentren las dos partes se culminará la unidad.
Hasta ahí llega la filosofía Induísta o budista reencarnacionista. Podríamos decir que el Padre es el espíritu andrógeno en una dimensión superior, y el hijo la diseminación del mismo en hombre y mujer en nuestra dimensión.
Pero, que pasa con el Espíritu Santo? O mejor dicho, que pasa con la paloma que me ha estado torturando toda mi infancia?
Pues bien, segundo los budistas el hombre y el todo forma el TAO, es decir, que cada partícula de nuestro ser o energía se une a las partículas de animales, plantas y elementos que conforman el planeta,
Ahora es donde me encaja la teoría de la paloma. Todas las religiones tienen algo de cierto y el  conocimiento esta escondido entre cada una de ellas. Según mi experiencia nuestro espíritu andrógeno se reencarna en una dimensión inferior en hombre, mujer, animal, planta y mineral.
Todos forman uno y el uno esta dentro de todos.
Es duro pensar que podemos tener parte de nuestra energía en un animal, planta o mineral, sobre todo siendo la especie dominante del planeta y según algunos la única inteligente.
Desde hace un año y medio tengo perro, o mejor dicho, perra. Los perros escogen a sus dueños tengo entendido, pero la verdad es que reconocen su parte de espíritu encerrada en un humano. Es por eso que sienten verdadero amor y fidelidad a su dueño.
Ni que decir tiene que mi perra, por más que la cuido esta siempre a los pies de mi pareja. Le reconoce como parte esencial de su existencia y para colmo, nació el mismo día de su Santo.
Para más INRI, había una gigantesca higuera en el terreno que mi pareja decidió cortar para poder plantas más árboles y sanear el terreno. Pues bien, cada vez que mi pareja se acerca al árbol, parece como si a este le diera un orgasmo de satisfacción. Las hojas le vibran y su cuerpo energético se redondea y canta. Si, si, es capaz el árbol de desprender un sonido de felicidad que me imagino pocas personas lo pueden apreciar.
Muy pocos son los afortunados que consiguen reencontrar todas las partes de su espíritu en la misma reencarnación, y me imagino que no será por mucho tiempo. Pero justo en ese momento, cuando consigues unir todas tus partes, tu reencarnación tiene sentido y es cuando puedes llegar a obtener la sabiduría.
Es ahí donde empieza mi discrepancia con las teorías de que los humanos somos los únicos hijos de Dios, o los elegidos por los extraterrestres o que  estos últimos van a salvarnos solo a nosotros cuando el planeta caiga en un cataclismo dejando a todas las demás especie morir nunca mejor dicho como perros.
En fin, si mi teoría es  cierta, ya podemos cuidar todo lo que nos rodea porque una vez cortado el árbol o matado al perro o asesinado a la mujer, es como si nos hubiéramos cortado, matado o asesinado a nosotros mismos.
Mira por donde, acabo de entender el mandamiento de :
“No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti mismo”
El problema es que ese lema siempre lo he enfocado al ser humano y nunca lo he extendido al planeta que me rodea.
Si nos lo enseñaran desde pequeños, estoy seguro que otro destino le correría al planeta, ya que no habría tantos bosques talados, ni tanto cambio climático.
No se me va un mensaje de la cabeza:
-         Por cada árbol talado, animal maltratado o ser humano tratado indignamente crecerá el cáncer en vuestro cuerpo, los virus y las bacterias.
Tenemos difícil el tener salud, ya que el Amazonas se esta quedando en los huesos, me imagino que igual que se esta quedando la raza humana, ya que tanto el cáncer como las enfermedades inmunológicas y víricas son una pandemia.
Consejo:

Plantar árboles, cuidar a los animales y el planeta que nos rodea para por deferencia poder cuidarnos a nosotros mismos en la misma medida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario